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Bette Davis

 



  
  BETTE DAVIS (1908-1989)




  


  

 




   



   






Bette Davis fue una actriz estadounidense de teatro, cine y televisión. Se destacó por su facilidad de interpretar personajes antipáticos y fue ampliamente apreciada por sus actuaciones en filmes melodramáticos, históricos y ocasionalmente de comedia, aunque sus mayores éxitos los alcanzó con dramas románticos. Es considerada como uno de los mitos cinematográficos.

Fue una de las actrices del cine norteamericano más importantes,​ reconocida por su desenvolvimiento apasionado y decidido. Davis fue calificada como una perfeccionista que podía llegar a ser muy combativa y a menudo se hicieron públicos sus enfrentamientos con ejecutivos de los estudios, directores de cine y coprotagonistas. Su manera de ser frontal, su estilo vocal entrecortado y su cigarrillo ubicuo contribuyeron a forjar una imagen pública que a menudo fue imitada y satirizada.

Fue la primera mujer en ser presidente de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.​ Obtuvo el premio de la Academia como Mejor Actriz en dos ocasiones y fue la primera persona en alcanzar diez nominaciones a los Óscar por sus actuaciones y en recibir el premio a la Trayectoria del American Film Institute. Su carrera pasó por varios períodos de declive y catástrofes personales. Casada en cuatro ocasiones —se divorció en tres de ellas y quedó viuda una vez—,​ crio a sus hijos prácticamente como madre soltera. Sus últimos años estuvieron signados por un largo período de mala salud,​ pero continuó actuando hasta poco antes de su muerte por cáncer de mama, con más de 100 películas, ciclos televisivos y obras teatrales en su haber. En 1999, Davis fue seleccionada como la segunda mejor actriz de todos los tiempos en la lista del American Film Institute, solamente precedida por Katharine Hepburn.

Mantuvo una rivalidad tremenda con Joan Crawford, con quien compartió cartel en la muy alabada película ¿Qué fue de Baby Jane?

Davis y Joan Crawford interpretaron a dos hermanas actrices entradas en años forzadas por las circunstancias a compartir una decadente mansión en Hollywood.169​ El director, Robert Aldrich, explicó que Davis y Crawford fueron cada una conscientes de lo importante que era la película en sus respectivas carreras y comentó: «Es apropiado decir que realmente se detestaban entre sí, pero se comportaron perfectamente».5​ Después de que el filme fuera acabado, las declaraciones públicas de una contra la otra provocaron que se forjara una tensión que luego propició una enemistad de por vida. 

Sobre Crawford, Davis dijo: «Se ha acostado con todas las estrellas de la Metro, menos con la perra Lassie» y, paralelamente, «no la orinaría ni aunque estuviese ardiendo en llamas»​ A la muerte de Crawford en 1977, manifestó: «Uno nunca debe decir cosas malas sobre los muertos, solo se deben decir cosas buenas: Joan Crawford está muerta, ¡qué bien!»